Lucha, solidaridad y victoria
reporta sobre la victoriosa conclusión de la huelga docente de Chicago.
LOS MAESTROS de Chicago regresaron a las escuelas después de nueve días de huelga, llenos de orgullo luego de resistir el último ataque del alcalde Rahm Emanuel sobre sus trabajos, su sindicato y sus escuelas.
En la tarde del martes, septiembre 18, la Casa de Delegados del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés) votó abrumadoramente a favor de suspender la huelga y volver al trabajo el miércoles. El acuerdo tentativo que la CTU alcanzó con las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) irá a la base del sindicato por un voto de ratificación en las próximas dos semanas.
"Estoy muy emocionado, y la mayoría de los maestros hacen eco de este sentimiento," dijo Lawrence Balark, maestro de la primaria Moos, en el lado oeste de la ciudad. "Vamos a volver al trabajo, y lo hacemos firmemente de pie, en solidaridad. Definitivamente fue una victoria. Muchos otros sindicatos han tenido que aceptar el pago por mérito, pero estoy orgulloso de decir que mantuvimos eso afuera".
De acuerdo con Jackson Potter, coordinador de personal del sindicato:
Nos sentimos energizados. Nos sentimos más fuertes como sindicato. Algunos elementos del contrato no fueron necesariamente lo que buscábamos en términos económicos, pero hemos obtenido algunas importantes mejoras no económicas en áreas tales como la autonomía profesional, lenguaje que prohíbe la intimidación por parte de los directores de escuelas, y un proceso de apelación para la evaluación docente y las decisiones disciplinarias.
Luego Potter agregó: "Construimos poder, y vamos a ser más eficaces en nuestras escuelas cuando volvamos. Y esto nos hará más capaces de detener a directores abusivos, organizar las escuelas chárter y poner fin al cierre de escuelas".
Rahm Emanuel usó todas las armas a su haber--difamación, dividir para conquistar y amenaza de una orden judicial--pero los maestros no parpadearon. "Estamos contentos de regresar bajo nuestros propios términos", dijo Susan Hickey, una trabajadora social con 18 años de experiencia, al Canal 5 Noticias de la NBC.
La huelga docente de Chicago es un inspirador ejemplo que muestra qué es posible cuando la base sindical está comprometida y activa en una lucha común. Como la presidenta de la CTU, Karen Lewis, dijo en una conferencia de prensa luego de la votación: "Estamos felices de tener un sindicato unido. Cuando un sindicato se mueve junto, cosas asombrosas pueden pasar".
EL ESQUELETO del acuerdo comenzó a tomar forma unos días después de comenzada la huelga, cuando los funcionarios de CPS comenzaron a retractar sus duras demandas por concesiones, encarados por la sólida huelga que electrificó Chicago. Cada día hubo piquetes en las escuelas de todos los barrios de la ciudad, que rápido se transformaron en centros de organización para maestros y simpatizantes, seguidos de grandes manifestaciones, a menudo en el centro de la ciudad, con las calles atiborradas de rojo, el color del CTU.
Tan pronto como las noticias de progreso se filtraron a la prensa, los medios de comunicación iniciaron una campaña para arrear a los maestros de vuelta a sus trabajos el lunes. Pero cuando la Casa de Delegados se reunió con los dirigentes sindicales la noche del domingo, la asamblea decidió extender la huelga un par de días para dar a todos los miembros de CTU una oportunidad para examinar la propuesta en detalle. En los piquetes del lunes y martes, los maestros revisaron las 23 páginas del resumen del contrato, a menudo artículo por artículo, para discutir y debatir los pros y los contras.
Emanuel trató de jugar rudo una vez más, ordenando a sus abogados presentar una demanda contra el sindicato, buscando una orden judicial obligando a los maestros volver a las escuelas. Sin embargo, un juez del condado de Cook decidió no escuchar el caso inmediatamente, por lo que los docentes mantuvieron la iniciativa para decidir si poner fin a su huelga.
Antes de la asamblea del martes, estaba claro que los delegados sopesaban tanto los problemas del acuerdo, como las probabilidades de obtener más si la huelga continuaba. En el piso de la asamblea, los líderes sindicales revisaron no sólo los logros y concesiones en el contrato, sino también cómo éste se inserta en el más amplio contexto del actual asalto sobre los sindicatos, en particular los de maestros.
Según un profesor en la junta, el vicepresidente de CTU Jesse Sharkey habló sobre el carácter histórico de esta lucha laboral--señalando que la CTU se levantó en un momento en que muchos sindicatos se han replegado. Este contrato ni siquiera es el fin de la lucha, según él, sino el comienzo de una batalla más larga por justicia educacional. Sharkey también saludó a los delegados que querían continuar la huelga y luchar por más, identificando el importante rol que ellos jugarán en las próximas semanas.
Después del voto que puso fin a la huelga, y de una estruendosa ovación, los delegados salieron de la junta con una palpable sensación de unidad y poder. Eso es algo que necesitarán en las luchas por venir para, por un lado, obligar a CPS a mantener sus compromisos y, por el otro, organizar y resistir el ataque en curso a la educación pública, como el previsto cierre de hasta 100 escuelas barriales.
"He sido delegado por 11 años, pero nunca he visto nada como esto", dijo John de la escuela primaria Ray en el lado sur de la ciudad. "He tenido algo de éxito en involucrar a la gente en hacer algo de cabildeo o abogacía, pero el nivel de unidad y participación en esto es increíble. Claro, hay algunas cosas en el contrato que me gustaría fuesen mejor, pero podemos volver a trabajar más fuertes y mejor preparados para organizar y luchar otra vez".
LOS MAESTROS están felices de haber combatido algunas de las peores demandas de CPS. Pero también están conscientes de las disposiciones del contrato que son dolorosas concesiones a la política de la austeridad.
La CTU derrotó el intento de la ciudad para establecer el pago por mérito, que basa el salario docente en cómo sus estudiantes se desempeñen en las pruebas estandarizadas. Esto es una parte central de la "reforma escolar" pro empresarial, a pesar de que no hace nada para promover la enseñanza.
El sindicato también mantuvo "pasos y líneas", una estructura salarial que otorga adicionales aumentos salariales basados en los años de experiencia y desarrollo académico del maestro. CPS no obtuvo el contrato de cinco años que quería, sino uno de tres años, lo que significa el acuerdo expirará cuando Emanuel sea candidato a la reelección.
El salario base aumentará 3 por ciento el primer año y 2 por ciento en cada uno de los próximos dos años, con un lenguaje que prohíbe a la ciudad retractarse de pagar, como lo hizo el año pasado. Pero este aumento es contrarrestado por días adicionales no compensados en un año escolar más largo.
Otra de las concesiones inquieta con lo que ocurre con los maestros despedidos--un asunto importante en un distrito escolar que ha programado el cierre y consolidación de muchas escuelas. El contrato estipula que la mitad de los maestros contratados deben ser maestros desplazados miembros de CTU, pero disminuye el tiempo que los docentes permanecerán desplazados con sueldo y beneficios completos de 10 meses a cinco.
Estas concesiones son difíciles de tragar, especialmente para maestros en las escuelas de barrios pobres bajo amenaza de cierre. Una decepción después de semejante movilización durante toda la huelga.
Las juntas escolares de todo el país han puesto en la mira a los docentes. En general, los sindicatos del sector público están siendo duramente golpeados con concesiones así como los políticos predican la austeridad y el sacrificio. Que la CTU haya mantenido la línea en tantas áreas e incluso haber hecho algunas ganancias es prácticamente único, y debe ser reconocido por el logro que es.
Es por eso que la lucha de la CTU se ha convertido en un una antorcha más allá de las fronteras de Chicago. Activistas laborales y políticos reconocieron la relevancia en esta batalla y la importancia de la movilización de los maestros.
A cada paso, Rahm Emanuel--uno de los demócratas más poderosos del país, con línea directa a la Casa Blanca--subestimó al sindicato de maestros y sobreestimó su capacidad para intimidarlo.
Primero, con sus compinches en la legislatura de Illinois ayudó a aprobar una ley antisindical dirigida específicamente a la CTU, que exige al sindicato, entre otras cosas, obtener el voto del 75 por ciento de todos los miembros para autorizar una huelga. Los aliados políticos de Emanuel se jactaron de que nunca más habría otra huelga docente en Chicago. Pero la CTU no sólo cumplió, sino que superó la marca, con casi el 90 por ciento de los maestros votando para autorizar la huelga.
Emanuel trató de poner a padres y estudiantes en contra del sindicato. La CTU respondió buscando activamente su apoyo y destinando recursos para luchar por mejores aulas para los estudiantes de Chicago, con arte, música e idioma extranjero; con aire acondicionado, y con límites de alumnos por sala. Esos esfuerzos se vieron recompensados cuando una mayoría de los residentes de Chicago y una gran parte de los padres de CPS apoyaron al sindicato, una rareza en una huelga de maestros.
Uno de los hombres más políticamente poderosos en Estados Unidos declaró guerra contra el sindicato de maestros, pero los maestros ganaron esta batalla, no Rahm.
FUERA DE la junta de la Casa de Delegados, el martes por la noche, Rolando Vázquez, en representación de la primaria Brighton Park, habló con el Chicago Sun-Times acerca del resultado. "Me siento muy bien al respecto", dijo. "Vamos a volver a la escuela mañana. Los padres y la ciudad estuvieron con nosotros, tres a uno en contra de Rahm Emanuel. Hemos hecho una gran demostración de fuerza".
Poderosos vínculos de solidaridad construidos durante la huelga ahora conectan a maestros, padres y alumnos, a pesar de los intentos de la ciudad por los dividirlos. Como Erica Clark, co-fundadora de Padres pro Maestros, dijo a una multitud en una protesta frente a la sede de CPS horas ante la junta de la Cámara de Delegados, "Los padres estamos pidiendo la mismo que los maestros piden".
Esa solidaridad tendrá que ser alimentada y fortalecida así como la lucha por nuestras escuelas continúa. La ciudad se prepara para cerrar unas 80 a 100 escuelas, permitiendo a los operadores de escuelas chárter hacerse cargo de los edificios de CPS y reclutar a los estudiantes que ellos quieran, mientras el resto permanece en un sistema más necesitado que nunca de recursos.
"Creo que no podemos parar hasta que la educación pública sea gratuita para todos nuestros niños", dijo Marvin Neely de la escuela primaria Pullman. "Tenemos que luchar contra las escuelas chárter. Permitir que las empresas privadas eduquen a nuestros hijos envía un mensaje erróneo a las escuelas barriales. La lucha por las escuelas del barrio es la lucha de la CTU".
La huelga de maestros de Chicago puso su debida atención nacional sobre la crisis de la educación pública y el continuo ataque sobre los profesores, no sólo con las declaraciones de los dirigentes sindicales, sino también con protestas y piquetes, a menudo en los barrios pobres, negros y latinos.
Alicia Peshel-Schoenbeck, que enseña tercer grado en la escuela primaria Mitchell, describió así la importancia de la lucha:
Esta es una victoria para la educación pública. Pusimos el sistema educativo en la primera plana de las noticias, y eso es una forma de mejorar la calidad de la educación pública. Creo que fuimos eficaces en exponer el punto de que nuestras condiciones laborales son las condiciones educativas de los estudiantes.
Definitivamente me siento diferente hoy de cómo me sentía hace dos semanas. Me siento más políticamente consciente, y que necesito mantenerme mejor informada acerca de lo que los políticos están haciendo. Ellos necesitan entender que la educación pública es un derecho.
Comentarios como este dejan en claro que la huelga docente de Chicago fue sólo la última etapa de un desarrollo más amplio de oposición contra la avaricia corporativa y la austeridad del gobierno, como lo fueron el año pasado la lucha para defender los derechos sindicales en Wisconsin y el movimiento Ocupa Wall Street.
Esta vez, la lucha se llevó a cabo en cientos de escuelas en todo Chicago. Llámenlo Wisconsin en las escuelas u Ocupa CPS.
Los maestros pueden estar orgullosos de su inspiradora lucha y su resultado, pero está lejos de haber terminado. La batalla continuará por las escuelas en las que nuestros maestros merecen trabajar y en las que nuestros hijos merecen aprender.
Mario Cárdenas, Kahle Trish y Eric Ruder contribuyeron a este artículo. Traducido pot Orlando Sepúlveda.