Una demanda sobre la mesa

May 28, 2014

Elizabeth Schulte reporta sobre el Día de Acción Global de los trabajadores de la comida rápida--y lo que la Lucha por 15 significa para los trabajadores.

EN CIUDADES de todo Estados Unidos, trabajadores de la comida rápida salieron a las calles el 15 de mayo, por la quinta vez, para demandar un salario mínimo de $15 por hora y un sindicato.

En Chicago, la trabajadora de McDonald's, Shameka Williams, 20, estuvo en la línea de piquete desde el 6 de la mañana junto a sus compañeros de trabajo: "Estoy a favor de Lucha por 15, porque no puedo vivir con $8,25", dijo. "No puedo darme el lujo de salir de la casa de mi madre. $8,25, simplemente, no es suficiente."

Esta fue la segunda vez que Williams estuvo en huelga, y nos explicó por qué la demanda por un sindicato es tan importante: "Llegué dos minutos tarde un día, y el supervisor me suspendió por una semana entera. El sindicato me apoyó, y obtuvimos que me retornaran el pago de la semana".

En Los Angeles, unos 95 huelguistas y simpatizantes convencieron a más de 20 empleados de McDonald's a unirse a la huelga, según Samuel Quintero, un empleado de la tienda y miembro del Comité Organizador de Los Ángeles. "Tenemos barreras lingüísticas entre negros y latinos aquí en South Central", dijo Bart Olome, que ha trabajado en McDonald's durante 21 años ", pero salir en huelga juntos nos ayuda a construir la unidad, para obtener mejores beneficios, atención de la salud y junto con un sindicato".

Low-wage workers and their supporters picket a Chicago McDonald's

En Seattle, la campaña Quince Ahora aprovechó la oportunidad para iniciar la recolección de firmas para su iniciativa electoral para aumentar el salario mínimo a $15 por hora, junto a la socialista miembro del Concejo Municipal, Kshama Sawant. Unos 150 asistieron a un rally en el centro dela ciudad.

Cientos de manifestantes también hubo en Boston, que marcharon al centro, mientras en la madrugada, en Dorchester, decenas de manifestantes cerraron un Burger King local; y números similares también marcharon y protestaron en Filadelfia, PA., Nueva York, NY., Austin, TX., Oakland, CA., y más.

Las protestas de los trabajadores en McDonald's, Burger King, Wendy y otras grandes cadenas de comida rápida, iniciadas en la ciudad de Nueva York en 2012, han ayudado a cambiar la conversación acerca de qué tipo de salarios los trabajadores merecen y han puesto palabras como "sindicato" y "huelga" de vuelta en el discurso general.

El 15 de mayo, la demanda por un salario mínimo de $15 y por un sindicato fue compartida por trabajadores activistas en más de 150 ciudades de Estados Unidos y otros 30 países. Las huelgas se han hecho globales, por primera vez, con trabajadores y simpatizantes en las líneas de piquetes en restaurantes de comida rápida en las ciudades de Europa, Japón, Nueva Zelanda, Brasil y otros países.

En Mumbai, India, los trabajadores protestaron a pesar de la amenaza de la policía de poner fin a las protestas. El apoyo internacional se hizo sentir todo el día por medio de Twitter y Facebook, enviando un mensaje a los huelguistas en Estados Unidos de que no están solos en su lucha.


LOS TRABAJADORES en huelga en Chicago, y sus partidarios, centraron su atención en el restaurante Rock 'n' Roll de McDonald's, el principal local de la compañía en la ciudad, que incluye su propio museo.

En jornadas anteriores, los trabajadores y activistas de Chicago asociados con Lucha por 15 llevaron su protesta a varios empleadores. En esta ocasión, escogieron centrar su fuego en un solo lugar. Cientos de trabajadores y simpatizantes ayudaron a mantener la línea de piquete fuerte y ruidosa durante todo el día, a pesar de la lluvia matutina y el frío de todo el día.

Contingentes representando varios grupos comunitarios, tales como la Coalición del Indigente, llegaron durante el día a mostrar su solidaridad. En la tarde, la Asociación Barrial de Albany Park marcho con banderas de todo el mundo para representar ambos, la diversidad del barrio y el carácter global de las protestas de ese día.

Las manifestaciones de Lucha por 15 han sido organizadas en gran parte a la ayuda del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU). Algunas críticas a estas protestas señalan que el sindicato--cuyos miembros pueden dar fe de su historia antidemocrática--mantiene un estricto control sobre el mensaje público de estos eventos, pero estas acciones han proveído a los trabajadores con la oportunidad de dar a conocer al mundo sus condiciones laborales.

Un tema que la campaña ha subrayado es el robo de salarios. Según una encuesta de 2013 con trabajadores de la comida rápida, hecha por el grupo Fast Food Forward en la ciudad de Nueva York, el 84 por ciento de los trabajadores dijo que su empleador había cometido robo de salarios de algún tipo en el último año. Esta es la razón por la que es fácil encontrar manifestantes vestidos como el payaso Ronald McDonald, esposado, en estas protestas.

McDonald ahora enfrenta a siete demandas colectivas en Nueva York, California y Michigan por robo de salarios, con los empleados acusando a los propietarios de franquicias de obligarlos a trabajar fuera de su horario y/o pagar las horas extraordinarias insuficientemente, entre otras violaciones.

Más allá de exponer cómo estas corporaciones multimillonarias exprimen los trabajadores, las protestas también demuestran que los trabajadores de bajos salarios no están solos--y que pueden organizarse y luchar.

Tyree Johnson ha trabajado para McDonald's durante 22 años, y ha participado en las cinco huelgas. Igual que muchos en la protesta, el describió haber estado un poco vacilante y un poco preocupado de perder su trabajo la primera vez. Pero ya no más. "En el béisbol, dicen tres strikes y estás fuera", dijo. "Bueno, esta es mi quinto, y todavía estoy adentro".

Johnson dijo que era difícil traer a sus compañeros de trabajo al piquete, porque muchos de ellos tienen miedo de ser deportados. La protesta le ayudó a recobrar la confianza de que se puede seguir luchando. "Mientras estábamos protestando frente a este lugar, dos de sus trabajadores se salieron del trabajo", dijo Johnson. "Esto me hizo pensar que si podemos hacer esto en esta tienda, podemos hacerlo en la nuestra también."


ESTAS PROTESTAS han ayudado a elevar las expectaciones de los trabajadores. Por su trabajo, sus empleadores deben ofrecer no sólo un día laboral libre de acoso y deficientes condiciones laborales, sino algo mejor. Ese es el significado de la demanda por $15.

En el clima político actual, con las corporaciones alegando pobreza, mientras los políticos los apoyan con su mensaje de "apretarse el cinturón" y "sacrificio compartido", las protestas de Lucha por 15 han ayudado a popularizar el mensaje de que las corporaciones pueden permitirse pagar a sus trabajadores un salario digno.

"McDonald's espera mucho de nosotros", dijo, Jamie (42), un trabajador del gigante de la comida rápida que viajó desde Rockford, Illinois, para ser parte de la manifestación. "Ahora estamos haciendo nuestras demandas. Estamos llegando junto con nuestros compañeros de trabajo, y estamos luchando por el derecho a afiliarnos a un sindicato y por 15 dólares la hora... Si pueden conseguirlo en Seattle, podemos conseguirlo en Chicago".

Las huelgas también han ayudado a alimentar la confianza de los trabajadores en su propia lucha, pero también en la necesidad de construir solidaridad entre diferentes centros laborales. "Es muy importante para los trabajadores solidarizarse con otros trabajadores--especialmente cuando defienden sus derechos y el derecho a ser tratados de manera justa y con respeto", dijo un manifestante que trabaja en una tienda de Whole Foods. "Yo sé que ellos harán lo mismo cuando nosotros luchemos".

Él y sus compañeros de trabajo han organizado huelgas en Whole Foods del área de Chicago, pero han enfrentado a represalias por parte de la empresa. "Es bueno ver otros trabajadores hacerlo [irse a la huelga] y ganar. Hay casos individuales que puedo apuntar donde la gente ganó aumentos o cambios en las políticas de asistencia, y cada uno es una inspiración para los trabajadores de todo el país".

Jamie hizo hincapié en la importancia de un sindicato. "No se puede ganar los $15 y mantenerlos sin tener un sindicato y el derecho a la negociación colectiva", dijo. "los últimos 40 años nos han enseñado que los salarios serán cortados con el tiempo, y que veremos esos beneficios desaparecer si no nos organizamos para negociar colectivamente. La reivindicación sindical es tan importante, si no más importante, que la demanda de $15".

Las huelgas de los trabajadores de bajos salarios han obligado a algunas de las personas más lentas en asumir las inquietudes obreras--los miembros del Congreso de EE.UU.--a mostrar su apoyo. Días antes del Día de Acción Global, los miembros del Caucus Progresista del Congreso hicieron un video en apoyo a un salario mínimo de $15 y al derecho a afiliarse a un sindicato. Demócratas progresistas locales aparecieron en varios de los piquetes.

Debemos recordar a estos políticos la promesa que hicieron a Lucha por 15 cuando estén de vuelta en Washington haciendo su política real. Si no fuera por los trabajadores de bajos salarios que arriesgaron sus puestos de trabajo en huelgas y protestas, los demócratas en el Congreso ni siquiera estarían hablando de elevar el mínimo.

Si toda esta charla se va a convertir en acción real--y no el intento a medias del Partido Democrático de pasar una legislación federal para un magro aumento de sueldo mínimo a $10.10, que falló el mes pasado--será por la presión popular que los obliga.

El movimiento obrero debe aprender la lección del debacle de Ley de Libre Elección en 2009. En lugar de ponerse de lado de los trabajadores organizados, que ayudó a Obama a llegar a la Casa Blanca, los demócratas sirvieron los interese empresariales, quienes se oponen a la sindicalización de los trabajadores de restaurantes de comida rápida, a toda costa.

Traducido por Orlando Sepúlveda

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